Los adultos mayores en los los museos: la cultura en la memoria de los gestos

Este artículo reflexiona sobre la importancia de la memoria de los gestos que se expone en la cultura pictórica y escultórica de los museos, y que puede servir para activar los movimientos de las personas de manera integral: mental, cultural y motora.
ENFOQUE
El enfoque de la autora se basa en el modelo para diseñar espacios accesibles, espectro cognitivo que a partir del año 2017 ya incorpora, en su metodología de trabajo, investigaciones sobre las funciones neurológicas de las personas: tanto desde el punto de vista de su funcionamiento, acorde con lo estructural y funcional de los procesos aferentes y eferentes, como de aquellos bloqueos en los impulsos nerviosos -que pudieran causar alguna dificultad en el acceso, recepción y conversión de las funciones eferentes en acciones motoras-.
JUSTIFICACIÓN
Los textos ya publicados[1] y el que aún se está corrigiendo en este momento[2]  han incorporado conceptos importantes relativos a las funciones neurológicas, aquellos que se refieren a las memorias en general y, en particular: memoria de los gestos o topocinética.
El giro cingulado posterior -estructura cerebral “de paso”, que nos diferencia en gran medida de otros animales- por las aferencias que recibe y las eferencias que emite- reúne regiones primitivas que en otras especies no están unidas, por ejemplo, la amígdala y el hipocampo (emociones, memoria) con las cortezas parietal y prefrontal.
La información sensorial permite elaborar respuestas y ajustes: en el lóbulo parietal (áreas 5 y 7 de la figura siguiente) se encuentran neuronas que se activan selectivamente durante el comportamiento viso motor, la importancia en estos procesos del hemisferio izquierdo se ha demostrado mediante tomografía (PET).

Fig. 1. Áreas de Brodmann (Brusilovsky, B. 2020)
Desde la información aferente, exteroceptiva y propioceptiva, se realiza la síntesis de diferentes modalidades perceptivas: visual, auditiva y somestésica o núcleos del sistema gestual-motor, denominado por algunos autores “práxico[3], que representa en materia gestual lo que el “léxico” hace con las palabras (referencias a ciertos conceptos, abstractos o materiales). El sistema está formado por una compleja estructura cuyas funciones están caracterizadas por los elementos que conecta, desde la aferencia sensoria hacia las áreas motoras con el recorrido siguiente:
  • Núcleo de los procesos: circunvolución o giro angular y supramarginal izquierdas (áreas 39 y 40 de Brodmann encrucijada parieto-temporo- occipital). La parte más dorsal de la corteza cingulada posterior se encuentra estrechamente ligada a las regiones premotora, visual dorsal y orbitofrontal del cerebro.  Participa en la orientación del cuerpo en un espacio visual y en una variedad de funciones cognitivas, incluyendo memoria y atención espacial.
  • Conecta con áreas pre-frontales: que generan planes y programas de acción y verifican la ejecución).
  • Su conexión con estructuras límbicas: integra impulsos motivacionales.
  • Ulteriores conexiones con la corteza premotora, el área motora suplementaria y la corteza motora primaria dirigen las salidas hacia los músculos concretos, organizados en torno a una articulación, que han de intervenir en el acto motor, hacia el cerebelo y los ganglios basales.
A través de las fibras del cuerpo calloso que los unen (alrededor de 350 millones) el sistema continúa hacia áreas motoras de asociación y primarias del hemisferio derecho.
Las apraxias -trastorno por el cual una persona es incapaz de llevar a cabo tareas o movimientos cuando se le solicita- pueden ser por desconexión parietal de las áreas motoras, que implementan representaciones espaciales sin destrucción de las zonas de almacenaje: lóbulo parietal inferior del hemisferio izquierdo: circunvolución angular y supramarginal (M. V. Perea B, M. Pág. 143). O por destrucción de las áreas que deben tener los gestos almacenados.
SISTEMA PRÁXICO
Hay estudios que se centran en los diferentes modelos que explicarían la organización cerebral de los movimientos aprendidos: esto sería posible si existiera un “praxicón”[4] (Peña-Casanova, J. 144. 2007) que almacenara las representaciones espacio-motoras. Estas memorias (topocinéticas) deberían incorporar la posición, el orden y el tiempo en que deben ser ejecutadas. En el gráfico anterior se observa el área 40, responsable del cálculo de las coordenadas espaciales y lindante con las 5 y 7.
Autores (Cubelli et all. 2000) confirman a través de sus estudios la necesidad de considerar dos lexicones de acción o “praxicones:
  • Uno de entrada de acciones (LEA) para la recepción, percepción, comprensión de los atributos físicos,
  • Otro de salida de acciones (LSA) para la producción, realización, es decir, un código de los atributos físicos para que la acción pueda ser ejecutada.
¿Qué pasa si alguna zona se encuentra afectada?
  • Si está afectada la zona de entrada (input): no hay percepción, comprensión: trastornos en la comprensión del gesto se explicarían relacionados con el input.
  • Si la afectada es la zona de conexión entre áreas de representaciones espaciales con áreas motoras, la información no podría trascender, pasar.
  • Si la reproducción está lesionada, la dificultad se centraría en el output. Si se mantiene la información de entrada podría intervenir el lateral no afectado en la reproducción gestual.
Ruta directa
  • Es posible imitar movimientos que no se han hecho o no se recuerdan a través de una ruta no representacional, sin acceder al almacén de las representaciones espacio – temporales, ya que no hay memoria de ellos. Pero se puede acceder al gesto por imitación, mediante la denominada “ruta directa” sin el significado histórico que podría tenerlo si hubiera memoria práctica.
EL PRAXICÓN EN LOS MUSEOS
Tanto la memoria de los gestos que en el cerebro ha quedado archivada en el almacén gestual como la “ruta directa”, en caso de que hubiera que activarla por su ausencia en el sistema de almacenamiento, encuentra en los museos incontables ejemplos que se pueden imitar y reproducir. Y es allí donde de manera activa se pueden encontrar los modelos para recordar, reproducir, imitar, copiar.
La escultura sin duda es la que ofrece más ejemplos. Un sinnúmero de ellos que de manera divertida se pueden reproducir.
     
Fig. 2 y 3. Ejemplos para imitar.
La pintura es un movilizador diferente ya que remite de manera integral, no solo al movimiento, sino a un lugar donde puede o pudo estar sucediendo.
Y a compañías que pudieran estar colaborando para que el movimiento, olvidado tal vez se vuelva memoria, recuerdo ocasional y comportamiento motriz.
ACTIVIDAD EN LOS MUSEOS
De esta manera y con estos objetivos -en la desescalada del mes de julio o tal vez ya en septiembre- las personas que viven en residencias o asisten a los centros de día se puedan acercar a los museos con un objetivo dinámico y activo, que sea capaz de impulsar movimientos que tal vez, durante estos meses de confinamiento, se han quedado algo aletargados.
[1]Brusilovsky, f. B. 2020.  Seguridad espacial cognitiva. Arquitectura: cerebro y mente. INCIPIT Editores. Madrid.
[2] Brusilovsky, F. B. (2020). Entornos y edificios vivenciales y terapéuticos para mayores. INCIPIT Editores. Madrid.
[3] Peña-Casanova, J. compilador (2007) Neurología de la conducta y comportamiento. Capítulo 6. Pág. 141-156. Perea B, M. Editorial Médica Panamericana.
[4]De la misma manera que para el lenguaje existe un lexicón de almacenaje, habría un sistema para almacenar las representaciones de los movimientos aprendidos o praxicón, mediante fórmulas de representación espacio-motoras (gestos). También llamados lexicón de gestos.