Presentación en el COAM: Neuroarquitectura, un avance para la accesibilidad cognitiva en el hábitat

Desde hace dos años la accesibilidad cognitiva desarrolla, en base a un paradigma de diseño, un sistema de coordenadas espaciales de apoyo que ha pasado por varias fases, la última de las cuales ha sido el índice de accesibilidad cognitiva: un indicador sintético mediante el cual es posible diseñar y evaluar entornos y edificios, dando por sentado que si se aseguran la mayor parte de sus indicadores se podría aseverar que la accesibilidad cognitiva queda resuelta.

Esta materia, que parte de importantes aspectos del funcionamiento humano en su espectro cognitivo, conlleva una complejidad que hay que ir desgranando poco a poco, para que los principales aspectos que aseguren la orientación espacial queden completamente incorporados dentro del índice.

Estos se refieren a la comprensión, formal  y dimensional de espacios, y los mensajes que estos emiten en entornos y edificios. La presentación en el Colegio de Arquitectos iba dirigida a que los profesionales interesados hicieran una inmersión en aquellos aspectos del funcionamiento cerebral con alta incidencia en la orientación espacial de las personas. Algunos de estos procesos cognitivos, para la diversidad de modos cognitivos son demasiado  complejos y sin un sistema de apoyos como coordenadas espaciales que actúan dando soporte a la orientación espacial serían imposibles. La organización de formas y funciones y su claridad, representa la parte más importante para que las personas puedan moverse con autonomía espacial sin recurrir a que los edificios se llenen de recorridos inaccesibles, o bien de señales que, finalmente, tampoco resuelven el problema de la orientación.

La neuroarquitectura desde el funcionamiento cerebral, da las claves para el diseño de los espacios acorde con las necesidades de uso y desplazamiento de todas las personas.

La presentación se llevó a cabo en consonancia con las actividades de Espacio Fácil, donde la seguridad espacial cognitiva trabaja con evaluadores de Afanias para comprender y aumentar el conjunto de indicadores de accesibilidad cognitiva que hoy forman parte del Índice ya publicado en mayo de 2018.